Antes y después: transformando la habitación de un adolescente

Ver las transformaciones que sufre un espacio para adaptarlo al estilo de vida de sus habitantes es una tarea fascinante, pues los resultados no dejan de sorprendernos. En esta oportunidad veremos el proceso de transformación de una habitación, que solía ser de una niña pequeña, hasta convertirse en un dormitorio apropiado a los gustos de un adolescente. 

La primera acción tomada por Shawni fué cambiar el color de las paredes y retirar todo el mobiliario de corte infantil y femenino. Las paredes blancas añaden luminosidad al espacio, y a su vez son el lienzo neutral perfecto para que la habitación evolucione a medida que su dueño crece. Los muebles fueron sustituidos: una cama sobria, con una cabecera acolchada de color neutral y estanterías y mesas de noche de Ikea hacen el resto, todo de colores neutros y líneas sencillas, para proporcionar un espacio sobrio y fácil de decorar.


Se añadieron estanterías flotantes de madera en color blanco para mantener ordenado libros y pertenencias, además de un poster sobre la cabecera de la cama. El toque de color y personalidad viene dado por la ropa de cama, alfombra y detalles; además de un par de plantas de fácil cuidado. Lo que destaca a primera vista es la posibilidad de crear un ambiente completamente nuevo sin invertir demasiado dinero en el proyecto. Un poco de imaginación y detalles básicos de decoración son más que suficientes.

Fuente: 71Toes

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