¿Cuántas veces hemos pensado en dar un toque retro a nuestro mobiliario? En el mundo del diseño estos elementos se han integrado a la perfección en los ambientes más modernos. Y es que las tendencias en decoración, cada vez se esfuerzan más en mezclar elementos distantes en el tiempo en un mucho espacio.
Evidentemente estos elementos envejecidos pueden encontrarse en anticuarios. En cualquier ciudad del mundo existen casas especializadas en muebles de estas características, si lo que nos interesa es tener una auténtica reliquia. No obstante, existen otras formas de aportar un toque retro a nuestro hogar.
Las grandes marcas han incorporado en sus catálogos una gran selección de productos basados en estas tendencias. La idea es simple, algo nuevo con un aspecto viejo (pero cuidado). Aun así, si lo que nos interesa es ahorrar todo lo posible en la renovación de nuestra decoración, podemos optar a realizarla nosotros mismos. Simplemente debemos elegir un mueble de nuestro hogar, recordando que no es necesario elegir el más grande de la casa. Muchas veces las pequeñas piezas, como mesitas auxiliares, dan buenos resultados.
Una vez tengamos elegido el mueble habrá que elegir los tintes y barnices adecuados. Vamos a encontrarnos con una gran oferta de colores y texturas, por tanto debemos tener una idea clara de qué tonalidad queremos otorgarle. No está de más que antes de barnizarlo lijemos la pieza, esto nos ayudará a darle un look mucho más antiguo.
Tras varias capas de tinte y barniz aplicaremos una capa de Betún de Judea, un excelente producto que aportará un efecto de veladura en nuestras piezas. Antes de que este producto pueda secarse es recomendable frotar con un trapo toda la superficie para atenuar el efecto. Una vez terminado este paso sólo deberemos esperar a que nuestro mueble se seque y disfrutar del resultado.
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Foto vía: rochebobois.com, modayhogar.com, vintageandchicblog.com